Intento recordar el sueño. ¿O era un recuerdo? No lo sé.
Todo era dulce, con luz y mucho amor. Todos los sue
ños son así, perfectos. Por eso mismo, cuando nos ocurre algo maravilloso y perfecto dudamos de que sea real. Tenemos la necesidad de pellizcarnos. La vida real es tan sumamente cruel y oscura que nos cuesta creer que un sueño se haga realidad. 
Aqu
í sigo, tumbada en mi cama, mirando al techo y preguntándome:
¿Cuándo me he despertado?